Testimonio de la primera bienal de música contemporánea de Salzburgo, celebrada en marzo de 2009, la caja de cuatro CD que nos presenta Neos constituye una excelente ocasión para enfrentarse a las encrucijadas en que se mueve la creación musical de nuestros días, lugar de debate generacional y estético servido por intérpretes de primera talla, desde los cuartetos Stadler y Diotima a Nicolas Hodges, del Ensemble Contrechamps al OENM, de Johannes Kalitzke a Arturo Tamayo.
Convergencias y divergencias que presiden la propia concepción de la bienal, proponiendo encuentros viables entre la inquietud rítmica de Beat Furrer (Spur, 1998; Xenos, 2008), la prodigiosa recreación jonda de Sotelo (Audéeis, 2004) y los condensados aforismos de Kurtág (... quasi una fantasia...; What is the Word) y entre la gradación de tensiones minimal de Reich (Sexteto; Different trains) y la generación de polifonías virtuales y sutil ironía de Ligeti (Continuum, Tres piezas para dos pianos).
La perturbadora inocencia de Cage (Two3) y el temblor simbólico y vibración interna de Hosokawa (Landscape V, 1993; Cloud and Light, 2008) hallan un punto común en el uso del shô y apenas pueden encontrar mejor contraste que en la umbría expresividad, por momentos bronca, de Ustvolskaia y su Composición n. 2 ‘Dies Iræ’; como remate, la continuidad espiritual que muestra la lenta e iridiscente construcción, plagada de referencias intertextuales (Mozart, Berg...), de discursos sonoros casi ex nihilo de Klaus Huber en Tempora y en el más reciente Kammerkonzert “Intarsi”, y el clima opresivo, extrañado y de complejas resonancias, del concierto para címbalon y conjunto instrumental de Franck Christoph Yeznikian, Harnischtriemen (Faltenachsen) (2008), en torno del poema homónimo de Celan.
Paciencia, en sólo unos meses tendremos la segunda cita salzburguesa con la música de hoy...
Germán Gan Quesada